El puerro pertenece a la familia de las Liliaceas, como las cebollas, los ajos o el cebollino, y responde al nombre de Allium porrum.
El puerro consta de tres partes bien diferenciadas, hojas largas y lanceoladas, bulbo alargado blanco y brillante y numerosas raíces adventicias que van unidas a la base del bulbo. En conjunto el puerro tiene aproximadamente unos 50 cm de altura, con 3 a 5 cm en grosor.
El cultivo se realiza en primavera y otoño. En primavera crecen rápido y las propiedades culinarias no son de la calidad de los cultivados en otoño.
En la siguiente foto podéis ver el cultivo.
Para su cultivo debe realizarse una labor profunda para obtener un suelo suelto y esponjoso en el que realizar los surcos donde se colocarán los puerros. Entre surcos se dejará una distancia de 20 a 40 cm y 15 cm entre planta y planta.
Es importante enterrarlos bien, ya que la parte comestible, de color blanco, se sitúa debajo de la tierra. Cuanto más enterremos el puerro, mayor será la parte aprovechable. Eso sí, no os esterréis por encima de donde se bifurcan las hojas, pues dificultaréis su crecimiento.
Una vez tapados, regamos y ya tenemos lista la plantación.
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