martes, 17 de mayo de 2011

Puerros

No existe ningún dato que certifique el verdadero origen de esta planta, ya que nunca se encontró en su estado salvaje, no obstante se cree que procede de Oriente Próximo. Comenzó a cultivarse en tiempos de los Celtas, unos 3000 a 4000 años a.C. Su nombre se asoció como "ajo de oriente" y era empleado ya para guisos de cocina y para medicina. En la edad media se extendió su cultivo por Europa y de ahí al resto del mundo. 


El puerro pertenece a la familia de las Liliaceas, como las cebollas, los ajos o el cebollino, y responde al nombre de Allium porrum.

El puerro consta de tres partes bien diferenciadas, hojas largas y lanceoladas, bulbo alargado blanco y brillante y numerosas raíces adventicias que van unidas a la base del bulbo. En conjunto el puerro tiene aproximadamente unos 50 cm de altura, con 3 a 5 cm en grosor.



El cultivo se realiza en primavera y otoño. En primavera crecen rápido y las propiedades culinarias no son de la calidad de los cultivados en otoño.


En la siguiente foto podéis ver el cultivo.



Para su cultivo debe realizarse una labor profunda para obtener un suelo suelto y esponjoso en el que realizar los surcos donde se colocarán los puerros.  Entre surcos se dejará una distancia de 20 a 40 cm y 15 cm entre planta y planta.

Es importante enterrarlos bien, ya que la parte comestible, de color blanco, se sitúa debajo de la tierra. Cuanto más enterremos el puerro, mayor será la parte aprovechable. Eso sí, no os esterréis por encima de donde se bifurcan las hojas, pues dificultaréis su crecimiento.

Una vez tapados, regamos y ya tenemos lista la plantación.






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