Cuando las plantas van creciendo tenemos que cavar y repilar la tierra hacia el tronco eliminando las malas hierbas que, a buen seguro, habrán salido entre las filas de hortalizas.
Los beneficios de sallar son múltiples, entre los que podemos destacar:
- Mejora la sujección de la planta.
- Permite la generación de nuevas raices.
- Elimina las malas hierbas.
- Mejora la aireación de las raices.
- Evita la humedad escesiva.
El sallado se realiza con gran cantidad de plantas en la huerta: patatas, tomates, pimientos, maíz, alubias, vainas, etc.
Durante unos días no hemos podido atender la huertuca y al llegar hemos encontrado que las malas hierbas inundaban la plantación de maíz y caricos, así que nos pusimos manos a la obra para arrancar la maleza y sallar las hileras de panojos como se ve en las fotos.
La misma operación hemos hecho con los pimientos.
Si nos fijamos podemos ver como la tierra queda de forma ondulada, repilando la tierra sobre las plantas.
En esta ocasión hamos sallado manualmente con la azada, aunque muchas otras lo hacemos con la ayuda de la tracción animal y echando mano a los viejos aperos de mi abuelo. Todo un ritual.