Los arándanos son un grupo de especies pertenecientes al género Vaccinium, familia de la Ericáceas.
Son arbustos que dependiendo de la especie alcanzan alturas que van desde unos pocos centímetros hasta varios metros, sus hojas son simples y caedizas su forma varia de ovalada a lanceolada, se distribuyen en forma alterna a lo largo de la ramilla, los estomas están ubicados exclusivamente en el envés de las hojas en densidades de hasta 300 por mm cuadrado.
Las flores se producen en inflorescencias (racimos) generalmente axiláres, las que se diferencian en las yemas terminales de las ramillas cuando se detiene el crecimiento vegetativo al inicio del otoño.
El sistema radicular es superficial, fibroso y de poca extensión no cuenta con pelos radiculares de modo que son las raíces jóvenes las que efectúan principalmente la labor de absorción.
La masa radicular se encuentra a los 45 cm. de profundidad, de manera que bastaría con contar con 60 cm de suelo con una textura suelta y buen drenaje siendo este último uno de los factores más importante a tener en cuenta a la hora de la preparación del suelo.
Características del suelo
La mayoría de las especies de arándanos requieren de suelos con ph entre 4,3 – 5,5 , ya que si los niveles del mismo se encontraran por encima el desarrollo de la planta y su follaje se verían afectados, con abundante estructura de poros livianos, textura limosa – franco arenosa y alta cantidad de materia orgánica.
A su vez el suelo debe tener un excelente drenaje a fin de permitir un alto contenido de oxígeno y facilitar el desarrollo de su sistema radicular, el agregado de una capa de 6- 25 cm de espesor de hoja de pino o paja, viruta, turba ácida, retiene la humedad y aumenta el contenido de materia orgánica en el suelo.
Los arándanos no toleran las arcillas pesadas ya que el crecimiento de sus raíces se ve muy dificultado.
La preparación del suelo debe hacerse con bastante anticipación ya que algunos de los procesos necesitan tiempo para llevarse a cabo.
Clima
El arándano es un arbusto que necesita de un período de frío acumulado durante el invierno que le permita sobreponerse al receso invernal y de esta forma obtener una floración pareja y abundante.
Son muy resistentes al frío, pudiendo sobreponerse luego de soportar temperatura de –20 grados centígrados, sin embargo sus brotes tiernos de primavera no toleran heladas prolongadas.
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